Porque las tres comparten algo en común para mí: excelentes finales
Originalmente quería escribir una entrada para cada uno de estos tres, pero en realidad, me di cuenta cuando escribía cada uno, que era casi lo mismo: algo que personalmente me pareció promedio con un final asombroso.
Y de ahí que quiero hablar de los tres y de temas de escritura en general. Cabe destacar que si bien, a mi gusto, los tres materiales no son buenos en su totalidad, en definitiva sus finales me robaron el corazón. Sí, incluso Last of Us no me pareció bueno, pero su final es otra historia.
Así que hablemos un poco del porqué estos tres materiales me sacudieron el piso.
¿Qué hace una buena historia?
No hay una fórmula exacta para lo que se define una «buena historia, pero en general poseen ciertas características en común: define claramente a sus personajes, sus intenciones y formas de pensamiento, permitiéndonos interesarnos en su éxito, y contándonos su historia en un ritmo agradable que nos permita conocer el mundo en que viven. En pocas palabras, hace que sintamos una inversión emocional en lo que pasa.
Digamos, que de los elementos base que podríamos ver sería algo así:
- Posee una premisa llamativa e interesante, con una estructura entendible.
- Trata temas interesantes e identificables.
- El ambiente es característico, palpable e inmersivo.
- Los personajes son «redondos» y poseen desarrollo.
- Posee originalidad con un estilo y tonalidad consistentes.
- Siempre da más de lo que espera, y responde las preguntas de las personas a tiempos apropiados.
Podemos diseccionar un poco más de esos puntos, pero el punto al que quiero llegar es que usualmente vamos a ver cosas como esas en las buenas historias. Nótese que por tener cosas que puedan calzar dentro de esos puntos no necesariamente vamos a asumir que algo es bueno, pero definitivamente ayudan a la hora de escribirlo.
Con esto en mente, pienso que hay varias fallas en cómo estas historias manejan esos puntos, pero esto no quiere decir que sean malas por eso. Entonces, hablemos un poco de cada una para entender qué me molesta de ellas.
Y antes de eso, spoilers para una serie de 6 años, una película de 5 años y un juego de 7 años.
¿En qué fallan?
Las historias en general siempre tienen fallos, menores o mayores, pero existen. Normalmente la mayor causa de molestias por el público es rompiendo la suspensión de la incredulidad que normalmente nos es natural cuando consumimos historias. Esto lo vemos claro cuando nos parece tonto o irracional lo que acaba de suceder. Pero hay muchas otras cosas que nos pueden llevar a considerar que algo no sea bueno.
Empecemos por Charlotte. Esta serie, por su mayor parte, es lenta y blanda. Los protagonistas se sienten como clichés de las series animadas japonesas, aunque presentan los «inusuales poderes» que la premisa establece, básicamente, poderes con fuertes limitantes o características que los hacen inútiles. Si bien la premisa es interesante, la ejecución durante la primera parte de la serie es menos que estelar. Aún con las grandes cosas que llegan a pasar, esto no termina de corregirse. Sin embargo, llegan a presentar al menos desarrollo de personaje aunque un poco lento.
Por otra parte, Rogue One sufre de falta de personalidad en los protagonistas, y no se siente un desarrollo coherente, aparte que muchos puntos de historia fueron sueltos o no aprovechados, e inclusive, la frase de los trailers fue desaprovechada totalmente en el mundo. Mucho de lo que sucede no se siente coherente ni consigo mismo ni con la esencia de Star Wars (Tal vez escriba más sobre esto).
Finalmente, para mi gusto, Last of Us tiene problemas de ritmo. Siento que hay muchas cosas que llegan o muy rápido o muy lento para el momento en que se juega. Hay momentos buenos, pero la mayoría de la narrativa puede sentirse arrastrada. De los aspectos técnicos del juego no me voy a quejar (mucho al menos), en general la jugabilidad la siento decente, aunque muchas veces me sentí frustrado con ciertos aspectos del combate.
Personalmente, siempre la mayor falla que una historia tiene es no poder aprovechar los elementos que tienen y hacer cosas memorables, asombrosas, despampanantes, o un poco de todo. En especial, ver algo y saber que «fueron a lo seguro» hace que me duela mucho el material.
Entonces, disfrutando estos tres, me empezaba a sentir triste…y luego llegó el final.
La Gran Explosión, o sobre cómo ser atrevido y sobrevivir a ello
Soy una persona que me gusta disfrutar de todo el material para poder dar una opinión «educada» por decirle de una manera. Así que en los tres me preparé y empecé las partes finales de cada material. Y en cada uno de los tres casos, me robaron el aliento, el corazón y la mente.
Empecemos al revés: The Last Of Us. Oh dios, el final. Una historia de horror de no-zombies que parecía esperanzadora. Y el protagonista abandona a la humanidad por sus sentimientos de padre, y le miente a la niña, la única esperanza de la humanidad, por no querer perderla como perdió a su hija. Y todo el resto del juego hizo click en sus decisiones. Tuvo sentido todos los eventos, las decisiones, el ritmo extraño que sentí, todo se tornó en una sola línea clara hacia esta decisión.
Rogue One se convirtió en una de mis favoritas de Star Wars, sin dudarlo. ¿Y cómo no hacerlo? En sus últimos 20 minutos, en ese tercer acto, abandonan todo como lo han construido y deciden dar el 100 por 100. Batallas espaciales, aventuras dentro de la base enemiga, un creyente de la fuerza salvando el día, sacrificios a diestra y siniestra, desesperación, tensión, y una de las mejores apariciones de villanos en el cine que jamás ha existido. La película pudo haber sido esos 20 minutos, nada de lo anterior importó porque por esos 20 minutos vi una película perfecta para mí, donde mi niño interior gritaba de la emoción conforme más pasaba el tiempo.
Finalmente, Charlotte. A la mitad de la serie, hubo una muerte impactante, lo cual empezó a llevar la serie a una dirección que me gustaba, pero la deshicieron. Empezaron ir en una dirección más familiar luego de esto…y llegó el penúltimo episodio. Los últimos minutos toman una decisión, y sabiendo como son muchas de las series e historias de esa parte del mundo, todo apuntaba básicamente a un final abierto y una posible segunda temporada. Ok, tal vez no sea terrible pensé en su momento. Y en eso, llegamos al episodio final. Ok, van a terminar de preparar todo para una siguiente…espera un momento, está robando los poderes. Está robando muchos poderes. Oh dios, está robando todos los poderes. Y ahí fue donde me sacudió: esto terminaba en este capítulo, para bien o para mal. Y me sentí invertido emocionalmente en lo que estaba pasando. Sentí que me importaba sus decisiones, sus diálogos. Sentí fuertemente con la serie.
En resumen, las tres historias tomaron una decisión atrevida sobre cómo terminar lo que contaban. No se frenaron, no les importó las consecuencias, no tenían ninguna preocupación. Llegaron y dijeron que si iban a terminar, lo iban a hacer no con un susurro sino con una explosión. Y luego cumplieron, haciendo el mundo un lugar mejor.
Así que, si alguna vez pretenden escribir una historia, sean atrevidos y valientes con todo, en especial el final. Sin importar si es tradicional o no, vayan a todo por el todo, que no los frenen. Es bueno tratar de ser «bueno» y «memorable», pero si tengo que elegir entre «bueno» y «memorable», yo prefiero elegir lo memorable. Después de todo, así es como nacen las buenas historias, siendo atrevidos.
Porque no hay nada mejor que una gran historia con un gran final.
Al menos, me gustaría tener un gran final.
Desvariando 